En el arte hindú se representa con frecuencia a Siva y su familia en una atmósfera acogedora, aunque no se trata de una familia muy moral. Cada personaje tiene un vaharía o montura, símbolo de un aspecto de la deidad: Parvati, por ejemplo, tiene el león (su instinto asesino, como Durga) y Ganesha la rata o el ratón (la habilidad para superar obstáculos).