EL BUDA QUE AYUNA

Siddharta conoció a cinco ascetas que practicaban austeridades extremas en su búsqueda de la verdad.

Convenciendo al príncipe de la necesidad de mortificar al cuerpo, se sentaron juntos para ayunar. El futuro Buda rechazó la comida basta que el ombligo le tocaba la espina dorsal. Muchas imágenes le muestran en ese estado de inanición.

De estas experiencias, el sacó la conclusión de que el cuerpo necesita energía para alimentar la búsqueda de la mente de la iluminación, y más tarde abandonó estos extremos de renunciación.