IMAGEN DE AMMAN

Una leyenda de Kerala cuenta cómo un día, en la aldea de Achenkovil, en la selva, un pujari fue a hacer una ofrenda a Ammán. La diosa se enfureció y se lo comió, dejando sólo el pelo y las uñas al pie de su imagen, donde lo encontró un segundo pujari. La ira y el hambre de la diosa aumentaron, y los aterrorizados aldeanos mandaron a buscar a un famoso asceta, Tandri, que vagaba por los alrededores. Tandri llevó a cabo una ceremonia yóguica para calmar la furia de Ammán: cogiendo la imagen de piedra, le dio la vuelta, y tras cierto tiempo, la volvió a poner boca arriba. Entonces, el yogui partió la imagen en dos. Como se creía que la piedra poseía todo el poder de la diosa, al dividirla, el asceta dividía su poder en dos trozos más pequeños.