Los pueblos de la antigua India no consideraron Importante registrar su historia por orden cronológico. Vivían con sencillez en un clima que deshacía con rapidez cualquier objeto hecho por los hombres y quemaban a sus difuntos. De modo que apenas dejaban recuerdos históricos, ruinas o cementerios, que son los criterios que nos permiten medir la historia antigua. En consecuencia solamente cabe especular sobre la historia antigua de su civilización y mitología, tan notables.
Una gran fuente de ayuda son los himnos sánscritos o los Vedas, que en su forma actual datan de hacia 1500 a.C. Estos himnos presentan influencias de los antiguos indoiranianos de Irán, el grupo más oriental de los pueblos indoeuropeos. Se supone que aquel pueblo, que se autodenominaba ario, entró en la India entre 3000 y 1500 a.C. Es objeto de conjeturas en qué medida contribuyeron sus creencias al desarrollo de los Vedas y en qué medida ya estaba presente en la India la sabiduría védica.
Los arios encontraron en el norte de la India una cultura bien instalada. La ciudad de Mohenjo Daro, en el actual Pakistán, floreció aproximadamente entre 3500 y 1700 a.C. En sus calles empedradas y en sus instalaciones sanitarias muestra restos de una avanzada civilización. En cambio en el Decán al sur de la India, se desarrolló un a cultura neolítica entre el 2500 y 1000 a. C. El mito y la religión de la India son consecuencia de la fusión de estas tres culturas.