Como todas las formas de vida encierran una jiva (alma) atrapada, todas son merecedoras de respeto y compasión.
La más alta virtud del jainismo es la no violencia total (ahimsa), el evitar cualquier acto que dañe a otro ser vivo.
Como tienen el mismo número de sentidos. los animales tienen una jiva y características casi humanas y la capacidad para recordar sus vidas pasadas. Además de mantener una dieta exclusivamente vegetariana. Los jainistas construyen reposos especiales donde los animales enfermos o viejos son cuidados hasta que mueren en forma natural.
La jiva también reside en el reino vegetal, y se cree que plantas comparten importantes características con los seres humanos en lo que se el crecimiento y decadencia, en su sensibilidad a su entorno, y en su conciencia.
Los jainistas suelen evitar consumir frutas con muchas semillas y comida o bebida que sufra la fermentación alcohólica.
La no violencia es la guía para que la persona laica elija una carrera, y por esto muchos jainistas se han dirigido y brillado en el comercio y las finanzas. Su ascetismo significa que ahorran la mayor parte de lo que ganan.
Mahatma Gandhi que era de Gujarat, el centro de la comunidad jainista desde el siglo III, estuvo muy influenciado por la doctrina jainista de la no violencia. A veces la utilizó como efectiva táctica política, adoptando el lema jainista: "La no violencia es mayor deber religioso" (ahimsa paramo dharma) en sus campañas por los derechos civiles.
Un asceta shvetambard lleva una mascarilla para evitar respirar y por tanto matar organismos diminutos. También tiene un plumero con que limpia su camino de pequeñas inseilos que pudiera aplastan.