Los Puranas, o Antigüedades, son junto con los Vedas los textos sagrados hindúes. Fueron compilados entre el siglo IV y el XII, aunque sus orígenes fueron mucho más antiguos. Atribuidos al sabio Vyasa, el supuesto autor del Mahabharata, los Puranas contienen una enorme cantidad de material mitológico del que surgieron la mayor parte de los deslumbrantes panteones y poemas épicos del hinduismo posterior. Hablan de dinastías enteras, que descienden tanto de Manu, mítico antepasado de la raza humana, como de las deidades y héroes del Mahabharata, mientras que sus profecías predicen las futuras dinastías reales.
Los Puranas están escritos en un lenguaje simple y no son sumamente místicos o difíciles de entender o interpretar. Nombran lugares sagrados y de peregrinaje, especifican las relaciones de casta y dan instrucciones para la representación de imágenes divinas.
Gran parte de su importancia yace en el hecha de que la lengua en la que están escritos es accesible a las mujeres y a aquellos de casta baja que no podían leer los textos védicos, más esotéricos, que habitualmente estaban reservados a los hombres de la casta brahmín.
Los dieciocho principales Puranas están dedicados a los trimurti. Proporcionan no sólo la base de la que proceden muchas de las historias de los dioses, sino también los orígenes de conceptos teológicos más abstractos como el de dharma, karma y la naturaleza de atman.