Los artistas y críticos indios son prácticamente unánimes al reconocer shringara (lo erótico) como el más importante de los rasas. Shringa significa cumbre, y el término shringara expresa el modo en el que se alcanza la cumbre, o éxtasis. Gran parte de la pintura y escultura shringara es de un erotismo muy explícito. Las miniaturas pintadas en Rajastán durante los siglos XVII, XVIII y XIX describían frecuentemente la pasión que el divino Krisna sentía por la gopi Radha, mientras que las figuras que adornan los templos de Konarak y Khajuraho están entre las más famosas esculturas eróticas del mundo.
La pasión también se transmite de una manera más sutil, de acuerdo con el bhava (humor) de shringara, que es rati (amor), tanto humano como divino. El rasa puede transmitirse por medio de sus vibhavas (determinantes), como un jardín iluminado por la luna, o por los anubhavas (consecuentes), entre los que puede estar una mirada tímida de deseo.