El primer objetivo de los ascetas era conseguir la "liberación" del mundo material y del ciclo sin fin del nacimiento y la muerte. Muy importantes en esta filosofía eran los conceptos de samsara (reencarnación) y karma (la creencia de que las acciones anteriores influencian las futuras vidas de un individuo).
Los jainistas creían que el único medio de escapar de las ataduras del mundo material era una rigurosa auto disciplina y la no violencia.
El "Camino Central" de Buda entre el ascetismo y el materialismo buscaba eliminar el sufrimiento, y fue la base de un budismo temprano que podía ser practicado tanto por los laicos como por los monjes.
Expulsados de India por los invasores musulmanes en el siglo XII, y bajo la presión de los brahmines, los renunciantes seguidores de Buda y Mahavira se situaron mes tarde sobre todo en la cuenca del Ganges y las colinas del este de los Himalayas. Las comunidades ascéticas desarrollaron nuevos modos de culto, como el escribir los nombres de sus dioses en sus banderas de oración.