Una de las deidades védicas más interesantes es Rudra "aullador", un dios de tormenta que enarbola el rayo, como arma destructiva. Rudra, el más iracundo de los dioses arios. Habita lugares salvajes, y es sumo, con pelo revuelto, un vientre negro y espalda roja. Su furia es infinita y no provocada, pero al revés que los guerreros Indra y Varuna, no lucha del lado de los dioses en sus batallas. Los alimentos no se le ofrecen en sacrificio, sino que se arrojan al suelo formando una bola, con el trismo ritual con el que se apaciguan los espíritus locales. Se suele creer que Rudra es un prototipo de Siva, Señor del Yoga y la Destrucción, ya que el epíteto «shiva» o propicio se usa a menudo para describirle en los los vedas.