SADHUS

La más grande congregación de sadhus tiene lugar en el Kumbla Mela, en Allahabad, cada doce años.

Los sadhus (yoguis) siguen un camino de penalidades y austeridad para llegar a la iluminación. Creen que el mundo está hecho por la fuerza creativa de maya (ilusión), por lo que son renunciantes, rechazando los lazos terrenales y una vida de «acción» para borrar pasados karmas y liberarse así al mundo de la divina realidad. La extremada austeridad de algunos sadhus no les hace ser señalados como fanáticos religiosos en India.

Son una visión corriente en las carreteras rurales, y la renunciación puede también ser el «cuarto estadio» del ascetismo -después de mantener a una familia- en una vida ortodoxa hindú.

Muchos sadhus imitan la vida mítica de Siva, el más grande de todos los ascetas.

Llevan un tridente simbólico y lucen tres tiras de ceniza sobre la frente para representar el triple aspecto de Siva y su búsqueda ascética para destruir las tres impurezas: egoísmo, acción con deseo y maya. El tambor ascético de dos lados (damaru) representa la unión de Siva y Shakti, y adorando el linga, los ascetas honran la forma manifiesta de Siva. Las túnicas color azafrán o los taparrabos que llevan muchos sadhus significan que han sido simbólicamente lavados en la sangre fértil de Parvati, la consorte de Siva. Su presencia en muchos de los emplazamientos de la mitología saivita confirma su devoción por este dios.

Los sadhus suelen pasar los primeros años de renunciación con sus gurús, o maestros, practicando el generoso karma yoga. Tradicionalmente, los sadhus se afeitan la cabeza como símbolo de renuncia y sumisión a sus gurús, a los que estarán unidos de por vida. Una vez que dominan del todo las artes espirituales y yóguicas, suelen abandonar la protección de sus gurús para vagar por carreteras y selvas, sin permanecer nunca mucho tiempo en el mismo sitio. En este momento, se dejan crecer el pelo y no se peinan.

Los sadhus creen que desplazarse mantiene a la mente y al cuerpo alertas, pero que quedarse en un mismo sitio conduce al estancamiento.

Hay muchas sectas saivitas diferentes. Los ascetas aghoti son devotos de Bhairava, la manifestación colérica de Siva; viven en campos de cremación y usan la parte superior de los cráneos humanos como cuencos de limosna. Los sadhus danda dan siempre casi todas sus posesiones, conservando sólo un cacharro para agua, un taparrabos y un bastón. Subsisten de la comida que les dan, comiéndola con las manos.

Un emblema típico que llevan los sadhus es el damaru, el tambor de Siva, que se golpea para anunciar su llegada o partida de una aldea.