La desconcertante cantidad de deidades y demonios -tradicionalmente 330 millones-del moderno panteón hindú tiene sus raíces tanto en los dioses védicos como en la especulación filosófica de los Upanishads y las «filosofías de la selva». Pero desde el siglo IV al XII d..C., el crecimiento de una religión más popular, basada sobre los Paranas, colocó en su centro el trimurti de Brahma, Visnú y Siva.
Brahma es el creador personificado del universo. Es el más abstracto de las tres deidades, y a menudo se le considera una fusión de Prajapati, el dios creador de los Vedas, y el concepto completamente impersonal de brahmán (divinidad). Brahma es también aquel que «trae diversidad a la unidad», un mediador entre Visnú y Siva, que representan lo opuesto.
Visnú (el Conservador) es el protector del dharma (rectitud) y el guardián de la humanidad. Es una deidad solar que lucha en el lado del bien y baja a la tierra a ayudar a la humanidad. Sus más famosas encarnaciones, o avatares, son Krisna y Rama, los héroes de los poemas épicos Mahabharata y Ramayana.
El último de los trimurti es Siva (el Propicio), destructor y creador a la vez. Siva es el Señor del Yoga, adorado como el linga, cuya danza, al son de su propio tambor, se dice que es el ritmo del universo. Es el más ambivalente de los tres dioses del trimurti por su aspecto destructivo.
Al igual que el atman (alma) se creía que era el espejo del brahmán; asimismo, se consideraba que el panteón hindú, de rápida evolución, contenía las muchas formas que el brahmán tiene que asumir para hacerse reconocible al mundo material. Los dioses hindúes, por tanto, representan lo visible y manifiestan aspectos de divinidad. Contrariamente al brahmán, actúan dentro de este mundo, respondiendo a oraciones, luchando contra el mal o deshaciendo engaños (maya). Cada dios hindú es simplemente un aspecto de brahmán, y cada devoto puede escoger a cualquiera de ellos como objeto de su veneración.
El ishta (deidad personal) de un devoto., es adorado como representación de la divinidad total, y aunque cada dios y diosa posee atributos y poderes particulares, no son completamente diferentes, sino que comparten muchas características. Para un hindú, no hay nada herético o paradójico en proclamar a cualquiera de las muchas deidades Señor del Universo.
Los tres dioses del trimurti están siempre acompañados de diosas: Sarasvati, es la consorte de Brahma.
Visnú aparece de muchas forma. siendo las más populares los diez avatares. El primer avatar es el pez, o Manya.