El valle de Parvati, cerca de Kulu, en Himachal Pradesh, es el lugar en el que ocurren muchas de las leyendas que describen la vida de Siva y Parvati.
Al pie del valle hay manantiales de agua caliente en Manikaran. La leyenda dice que tras haber hecho el amor con Parvati durante 10.000 años, Siva pasó otros 10.000 años meditando en Manikaran.
El tiempo que allí pasó fue grato, y en prueba de agradecimiento, hizo que las rocas se calentaran para que los futuros yoguis que visitaran el lugar pudieran sentarse en un sitio cálido y cómodo.
El nombre de «Manikaran» se deriva de una historia en la que Parvati perdió una joya (mani) en el río, que luego le fue devuelta por el Señor del Mundo Subterráneo en una cascada de agua caliente.