En todas las mitologías, los principales actores del drama de la creación cósmica comienzan como espíritus tan importantes o tan terribles, o ambas cosas, que sólo se los puede describir como generalidades.
Los nativos norteamericanos hablan del Todo Espíritu o Gran Misterio (por ejemplo, Wakan Tanka, divinidad suprema de los lakotas). La deidad creadora hindú es Brahma, cuyo nombre significa el Absoluto. Según el mito del dios creador de los dogones, Anima significa El Que Sujeta.
Dios es una palabra de etimología incierta, pero probablemente deriva de un término equivalente a El Dorado.
En muchos relatos sobre la creación, el ser supremo abstracto e inmaterial tiene un homólogo material y animado en forma de serpiente gigantesca. Este ser sobrenatural, asociado con el agua, el arco iris o con ambos en mitos de la creación tan dispares como los de Australia, India, sureste asiático, Mesopotamia, Egipto, África, Escandinavia y América simboliza un caos primordial que es asimismo origen de toda energía y forma material.
La serpiente cósmica puede considerarse fuente de la vida creada (como en Asia, Australia y África) o conservadora de la creación (según los fon del África occidental, la serpiente cósmica tiene la eterna tarea de mantener unido el mundo), pero también puede ser la destructora de la creación, como sucede en la mitología nórdica y del sureste asiático.