En el norte de Australia existe un mito aborigen en el que se describe el diluvio que sobreviene a consecuencia del error de dos jóvenes hermanas que mantienen relaciones sexuales con dos hombres pertenecientes al mismo moiety (clan) que ellas. Yulunggul, un ser mitad serpiente pitón y mitad hombre, se traga a las dos muchachas y provoca un diluvio que cubre la tierra. Cuando desciende el nivel de las aguas, vomita a las hermanas y a los dos hijos nacidos de su unión ilícita. El lugar en el que se detiene se convierte en la zona de iniciación masculina, en la que los jóvenes aprenden a distinguir entre las mujeres con las que pueden aparearse y casarse y las que les están vedadas.
El tema de la unión sexual prohibida se encuentra vinculado asimismo con el cataclismo cósmico en un mito de los kubas del África central, según el cual Woot, fundador de la tribu, mantiene relaciones incestuosas con su hermana, Mueel, y a continuación le abandona, tras lo cual una oscuridad infinita cubre la tierra. Mueel envía unos emisarios en forma de aves a su hermano, quien acaba por regresar y establece un orden social en el que los hombres intercambian a sus hermanas en matrimonio siguiendo ciertas normas, y el sol vuelve a salir.
El motivo de la desaparición del sol también se encuentra en un mito japonés sobre la lucha entre dos divinidades, Susano, dios de la tormenta, y Amaterasu, diosa del sol.