Otros han recurrido al interior del hombre para explicar la atracción constante de mitos concretos, o del mito en general y, según ellos, tienen resonancias de los rasgos permanentes de la mente o psique humanas.
Un ejemplo de este enfoque es la interpretación de Sigmund Freud del mito griego de Edipo, en el que el héroe mata a su padre y se casa con su madre sin conocer la condición de ambos. Según Freud, esta historia refleja los sentimientos inconscientes de todos los hombres jóvenes hacia sus padres. Carl G. Jung, primero colaborador y después rival del creador del psicoanálisis, propuso una teoría general. Según el psicólogo suizo, los mitos derivan su misterioso poder del hecho de que sus principales personajes encarnan «arquetipos» primitivos que han ejercido gran influjo sobre la psique humana, como el Viejo Sabio o la Madre.
J. G. Frazer trabajó únicamente con bibliografía sobre el tema, pero hace un siglo los antropólogos ya empezaron a estudiar las sociedades tribales in situ, circunstancia que los puso en contacto por primera vez con mitos «vivos» y con su creación y que ha contribuido en gran medida a la comprensión del tema en toda su complejidad.
La gran aportación de Bronislaw Malinowski consistió en demostrar que el mito de los orígenes de los habitantes de las islas Trobriand, en Melanesia, si bien en apariencia se refiere al pasado remoto, extrajo su significado de la importancia que reviste para el actual orden social. Según este relato, los antepasados de los cuatro clanes de las islas fueron unos animales que salieron de un agujero de la tierra en el inicio de los tiempos. Aquellas bestias míticas no aparecieron simultáneamente, sino siguiendo un orden, el mismo que se refleja en las distintas versiones del mito. Malinowski demostró que este orden correspondía con toda exactitud al del estatus social de los cuatro clanes en su interrelación: el animal antepasado del clan más elevado surgió en primer lugar de la tierra primordial, el segundo era el antepasado del clan siguiente en la escala social y así sucesivamente.