Pero, ¿qué se puede decir de la leyenda, otro concepto que en muchos casos se contrapone al de mito? Por lo general, los expertos coinciden en que una «leyenda» es, en principio, un relato literario basado en un acontecimiento o personaje supuestamente históricos que contienen elementos o temas de una narración mítica anterior transmitida por tradición oral. Los relatos legendarios se encuentran en el mundo entero, en las culturas con tradiciones literarias antiguas, como en
China, Japón, India, Mesopotamia, Egipto, Grecia, Roma y la Britania celta. Como ejemplo de la tradición celta de Irlanda podríamos citar la epopeya nacional Táin Bó Cualinge (El asalto al ganado de Cooley), obra maestra de la literatura repleta de motivos míticos. Otro ejemplo del género, más famoso, es el ciclo de leyendas del estudioso inglés del siglo XII Geoffrey de Monmouth, basado en las hazañas de Arturo, jefe de los británicos en las guerras contra los invasores sajones. En las historias del rey Aturo y los caballeros de la Tabla Redonda hay múltiples alusiones a la mitología celta prehistórica, como las visitas de Arturo al reino de los muertos en busca de una caldera mágica (el Santo Grial), e incluso sugieren que el relato del rey y los caballeros podría remontarse a una época muy anterior a la aparición de los celtas en la historia. Se tiene constancia de narraciones similares en las tradiciones de Escitía (la actual Rumanía) y en los relatos de las hazañas de Jimmu-tenno, primer emperador mítico de Japón (ver Japón).
Las tres categorías -mito, cuento popular y leyenda- se encuentran entremezcladas, como hemos visto: tanto el cuento popular como la leyenda pueden cimentarse en elementos míticos, o estar salpicados de éstos, y en el presente libro, si bien nos hemos centrado en el mito, hacemos incursiones en el cuento popular (sobre todo el de Europa central y oriental) y en la leyenda (especialmente la de Japón, Roma y las regiones celtas).