Naturalmente, el hecho de que pueda establecerse una relación directa entre unos relatos arcaicos y la forma de organización social actual no implica que los mitos no contengan otros significados, quizá igualmente importantes o incluso más. En la última mitad del siglo XX ningún estudioso ha contribuido más a una comprensión profunda del mito que el antropólogo francés Claude Lévi-Strauss. En sus exhaustivos análisis de los mitos de los nativos de América del Norte y del Sur, Lévi-Strauss ha tratado de demostrar que el objetivo de tales mitos consiste en resolver las contradicciones observadas en la experiencia humana, que pueden tener un carácter inmediato y sensorial (como el conflicto entre vida y muerte, hambre y saciedad) o sumamente abstracto (como el problema filosófico de lo uno y lo múltiple). El antropólogo sostiene que los creadores de mitos procuran resolver contradicciones de todas clases estableciendo una relación, o intentando establecerla, entre un aspecto de la vida y su opuesto en una cadena de «oposiciones binarias»; por ejemplo, juventud y vejez, estación húmeda y seca, masculino y femenino, humano y animal, cultura y naturaleza, vida y muerte.
En el análisis de Lévi-Strauss, un mito «plantea tantas preguntas como respuestas proporciona». En su interpretación de más de ochocientos mitos, la mayoría de ellos con diversas variantes, de los pueblos del norte y del sur de América, ha demostrado con todo lujo de detalles que las «preguntas» que surgen de unos mitos las recogen otros, en un interminable proceso que traspasa sin cesar los límites geográficos y tribales.
La teoría y los métodos de Lévi-Strauss se han aplicado con éxito a los mitos de la India, África, Australia y Oceanía, así como a la antigua Grecia (el propio antropólogo realizó un análisis del mito de Edipo en 1955), pero aún quedan muchas preguntas pendientes. En su preocupación por las «oposiciones binarias»,
Lévi-Strauss abandonó un campo de investigación, el tema de la estructura narrativa, la forma de unir los episodios para construir una «historia». En el análisis de Edipo asegura que la ordenación de tales episodios carece de importancia para la comprensión del significado de la narración; pero ¿es eso cierto?
Por el contrario, de la obra del folclorista ruso Vladimir Propp y sus seguidores se desprende que la estructura narrativa posee una importancia crucial en el significado de todos los cuentos tradicionales, «mitos» incluidos. En total, Propp ha descubierto la existencia de treinta y un episodios o «funciones» que constituyen los elementos básicos de todos los cuentos populares rusos. Entre ellos se cuentan la prohibición, la violación de la prohibición, la maldad, el abandono del hogar para emprender la búsqueda, el diálogo con colaboradores mágicos, la aparición del villano, la huida, la persecución y la liberación de la persecución.
Además, aunque pocos de los cien relatos tradicionales analizados por Propp contienen estas treinta y una «funciones», los episodios que aparecen en cualquier cuento concreto siempre siguen el mismo orden. El trabajo del folclorista. estadounidense Alan Dundes sobre cuentos nativos de Norteamérica sugiere que, si bien en este caso la lista de episodios básicos es mucho más corta, también se aprecia una secuencia fija. Se han obtenido resultados semejantes en las investigaciones sobre África, donde Lee Haring, discípulo de Dundes, ha descubierto una secuencia de seis episodios en un relato característico de los kambas de Kenia.