En una carta dirigida a la asamblea de los dioses en el transcurso del enfrentamiento entre Horus y Set, Neith sugería que se le concediesen a Set dos diosas extranjeras, Anat y Astarté.
En compensación por haberle cedido sus derechos al trono a Horus, circunstancia que podría implicar que Set no era digno de casarse con una diosa egipcia.
En otra narración de un texto de magia se cuenta que Set se abalanzó sobre Hathor mientras la diosa se bañaba en el río, como un carnero, y la violó.
La semilla fértil voló de la diosa a la frente de Set, que se puso enfermo, porque Hathor era la prometida del sol nocturno y sólo el ruego divino podía dejarla preñada. Anat, esposa de Set, corrió a pedir ayuda a Ra, e Isis recuperó la semilla divina y curó a Set.