OSIRIS

Osiris, hermano de las diosas Isis y Neftis y esposo de Isis, se convirtió en el dios de la muerte.

Como tal, era uno de los dioses más venerados del antiguo Egipto.

Era al pasar por la Sala del Juicio y ser presentado ante él como una persona justa (ma'at heru -"de voz veraz"-) cuando el difunto podía albergar la esperanza de una vida de ultratumba.

El "cielo" egipcio se encontraba en tierras muy alejadas de occidente, donde se ponía el sol: una de las advocaciones principales de Osiris era la de "Primer Señor de los Occidentales".

En épocas posteriores, las figuras ushabti, destinadas a trabajar en lugar de la persona difunta en el otro mundo, relacionaban al muerto con el dios y la inscripción que llevaban lo identifican como "El Osiris N".

Abidos, centro del culto de Osiris, era el lugar más sagrado del antiguo Egipto, y allí Seti I (1291-1278 a.C.) construyó el más hermoso de todos los templos egipcios.