Al principio, cuando la tierra surgió del caos, Ale, la diosa de la tierra (igbo: Nigeria) decretó que cuando un hombre muriese debería ser enterrado en la tierra. Y ella taladró la tierra desde su vientre. A partir de ese momento, cuando los muertos son enterrados, regresan a la tierra; la gente cree que están con Ale.
Mucho antes, cuando Ale estaba ausente de la tierra, murió a madre de un gran pájaro llamado Ogbu-ghu, el cálao, y éste no pudo hallar un lugar donde enterrarla. Voló por todas partes, buscando y transportando su cuerpo en el lomo y construyó una tumba para ella en su cabeza: éste es el motivo por el que el cálao tiene un bulto en la cabeza.
En su búsqueda, Ogbu-ghu voló sobre el agua, buscando sin tregua un lugar definitivo de descanso para su madre, pero no encontró ninguno. Por último vio a una mujer y a un hombre. Eran seres humanos enormes y estaban nadando en el agua, creando algo. La tierra firme comenzó a aparecer. Cuando la tierra se ensanchó mucho fue cuando se oyó decir a Ale: "Cuando un hombre muera, enterrémoslo aquí". Y ella extendió su propio cuerpo sobre la tierra. Ogbu-ghu había encontrado ya un lugar . donde enterrar a su madre.