El creador de mitos construye su repertorio de historias en tomo al sentido inicial de unidad que se perdió, y a los esfuerzos posteriores por recuperarla.
Teniendo en cuenta las numerosas historias que forman los sistemas mitológicos africanos, aún es posible distinguir algunos hilos comunes.
Dios creó el universo, le dio forma y luego creó la vida. Dos fuerzas lucharon durante la época de la creación: las del caos y las del orden. En algunos mitos, estas fuerzas eran extensiones del dios creador: por ejemplo su hijo y su hija, que personificaban los lados destructivos y creativos, o bien un burlón divino, tanto dador de vida como de muerte. Estas deidades reflejan la transformación que caracteriza la época de la creación, un tiempo en que se oponían estas energías contrarias en el cosmos.
Se produjo finalmente la creación del mundo y de la humanidad y las luchas prosiguieron porque estaban entretejidas en la vida misma terrenal y en la naturaleza humana: cada ser humano es como un microcosmos en el que coexisten las fuerzas utilizadas por Dios al inicio, cuando estaba formando el universo.