Estos mitos se centran en la energía cósmica canalizada a través de la comida, de las plantas alucinógenas, de la sexualidad humana y del resplandor.
El encuentro de Deminán Caracaracol con Bayamanaco vincula el bienestar físico con el sustento espiritual a través de la equivalencia simbólica de la mandioca y el esputo de tabaco del chamán.
La sexualidad humana y la interrelación entre el mundo social y el natural es evidente en el episodio de formación de las mujeres por los picos. Estas conexiones también aparecen en la transformación de niños sin madre en ranas en Matininó.
Por último, está la asociación de la enfermedad sexual y la asunción del poder del jefe por Guahayona, simbolizado por la entrega de ornamentos brillantes de guanín, asociados con la energía sexual.