Guahayona vio que había dejado a una mujer en el fondo del mar y por ello volvió para rescatarla. Después de hacerlo la llevó de regreso a la montaña conocida como Cauta, de donde la había tomado al principio. De inmediato deseó saber cómo podía purificarse de las terribles llagas que afectaban su cuerpo.
La mujer que había rescatado era conocida como Guabonito y procedió a colocarlo en un lugar especial conocido como guanara. Mientras estaba allí, sus llagas desaparecieron y cambió su nombre a Albeborael Guahayona. Guabonito le pidió permiso para seguir su viaje y él accedió. Guabonito le dio entonces a Albeborael Guahayona muchas cibas y guanines para que pudiera atárselos a sus brazos y cuello.
Las cibas son piedras pequeñas, casi siempre brillantes, y guanín es el término aplicado al metal brillante, como la aleación oro-cobre. Albeborael Guahayona decidió permanecer en esa tierra ¡unto con su padre, Hiauna, cuyo nombre significa "El que fue hecho brillante". El hijo de su padre recibió el nombre de Hiaunael Guanín, "Hijo de Hiauna" y desde entonces se le ha conocido como Guanín.