El Coyote es el espíritu tutelar del «Camino del Coyote», ceremonia de curación de los navajos en la que intervienen personificaciones enmascaradas de las divinidades. La ceremonia es necesaria sí algún miembro de la tribu sufre la «enfermedad del coyote», que puede sobrevenir cuando se mata uno de estos animales o incluso si se ve su cadáver.
En el ritual, el paciente adopta el papel del héroe de un mito ceremonial; se sienta en una pintura trazada sobre arena que representa un episodio del mito y «encuentra» al Coyote, que aparece como personificación enmascarada. La ceremonia restablece la relación armoniosa del paciente con el Coyote y el mundo y garantiza la salud.