A principios del siglo XIX, la cultura shawni se encontraba al borde de la crisis. Los enfrentamientos con los blancos eran continuos, la caza se había agotado y el alcohol agravaba la situación.
En 1805, durante una epidemia, Lalawethika, hermano menor del jefe shawni Tecumseh, experimentó una serie de visiones. Antes había sido un vago borracho y fanfarrón, pero las visiones lo convirtieron en un hombre nuevo. Aseguraba que el «Señor de la Vida» le había mostrado un paraíso lleno de caza y campos de maíz, y que así había sido el mundo de los shawnis antes de la llegada de los blancos. Si los shawnis regresaban al sendero de la virtud, este paraíso volvería a existir.
Muchas de las virtudes predicadas por Lalawethika, que ahora se hacía llamar Tenskwatawa («Puerta Abierta»), eran valores tradicionales shawnis, pero otras se inspiraban en la doctrina cristiana. Tenskwatawa atrajo a muchos seguidores -entre ellos, el propio Tecumseh-, que en su mayoría no eran shawnis.
En 1807, los fieles habían fundado una colonia llamada Ciudad del Profeta, y el gobierno estadounidense empezó a considerar peligroso el movimiento. En 1811, contra todo consejo, el profeta se enfrentó a las tropas federales en Tippicanoe. Los shawnis fueron derrotados y Tenskwatawa perdió de golpe toda su influencia. Tecumseh cuidó de su hermano hasta que él mismo murió en combate dos años después.