El siete es un número muy significativo en la tradición de muchas naciones indias. Por ejemplo, los lakotas hablan de siete «personas originales» y tenían Siete Fuegos de Consejo. La tradición séneca distingue «siete talentos».
Los pawnees se basaban en la posición de las Siete Estrellas (las que los europeos conocemos como Pléyades) para determinar el comienzo del año ceremonial. Y sobre todo, muchos norteamericanos nativos se hacen responsables de los que vengan detrás de ellos, «hasta la Séptima Generación».
Esto significa que la conducta de una persona debe tener en cuenta el futuro. Algunos indios miran hacia el futuro manteniendo vivas las tradiciones bajo formas nuevas, no siempre tan tradicionales: por ejemplo, escribiendo novelas o practicando otras artes. Otros se esfuerzan por restaurar lo que consideran el «equilibrio del mundo», exigiendo la devolución de los restos de sus antepasados y otras antiguas reliquias que se conservan en museos, y reclamando las tierras ilegalmente expropiadas.
Algunos procuran proporcionar empleo a los desocupados, o proteger su cultura educando a los jóvenes en sus propias tradiciones, aunque también les proporcionan los instrumentos que les permitan competir en el mundo moderno.