La historia navaja de la creación alude a una migración ascendente a través de tres mundos. El primero y oscuro era la morada de Begochiddy, Primer Hombre, Primera Mujer, Mujer de Sal, Dios del Fuego y Coyote. Begochiddy, el hijo del sol, creó los insectos, las plantas y cinco montañas.
Los seis seres se hartaron de este mundo y por el tallo de un junco ascendieron al segundo, donde Begochiddy creó más montañas, las nubes, otras plantas y diversas formas de vida. Los conflictos con otros seres obligaron al sexteto a trepar por el junco hasta el tercer mundo, en el que había luz, ríos, manantiales y vida en abundancia.
Begochiddy creó los seres humanos, pero las mala artes mágicas provocaron disputas entre hombres y mujeres y Coyote robó el hijo del monstruo del agua que, furibundo, desató una terrible inundación. El grupo volvió a trepar por el junco, pero no llegó al mundo siguiente. Con ayuda del pueblo araña y de Langosta, Begochiddy consiguió arribar al cuarto mundo -o sea, éste- y comprobó que se trataba de una isla situada en un inmenso mar. Cuatro dioses provocaron el retroceso de las aguas y los vientos secaron el suelo. En ese momento Begochiddy creó el mundo tal como los navajos lo conocen en el presente.