LOS SUEÑOS

Los sueños y visiones tienen una gran importancia en casi todas las tradiciones indias, y han ayudado mucho a los pueblos nativos cuando han tenido que afrontar las consecuencias de la intrusión de los blancos. Los sueños están considerados como una fuente de poder espiritual que se puede utilizar para adquirir conocimientos y sabiduría, o para predecir el futuro.

Los indios beaver, un pueblo de lengua atapasca que vivía en el río Peace de Columbia Británica y Alberta, creían que incluso los sueños de un niño pequeño eran significativos, aunque los sueños más importantes eran los que tenía una persona cuando salía en busca de una visión llevando un hato sagrado personal). El hato debía colgarse sobre el lugar donde dormía su propietario, y se creía que ejercía una poderosa influencia sobre sus sueños.

En ocasiones, un individuo soñaba canciones que pasaban a ser de su propiedad personal, o se le revelaban tabúes personales que le prohibían ciertos alimentos o actividades. Los sueños podían utilizarse también como defensa contra la brujería, y los profetas podían soñar con acontecimientos futuros. Por lo general, los sueños tenía que interpretarlos un anciano o un hechicero, que ayudaba al soñador a entender su significado.

No siempre resulta fácil distinguir los sueños de las experiencias visionarias que tienen lugar en estados de inconsciencia distintos del sueño. Por ejemplo, resulta difícil saber si lo que describía Alce Negro era un auténtico sueño o una visión experimentada durante un coma provocado por la enfermedad. En ocasiones, un individuo puede tener un «sueño» tras emprender una búsqueda de visión.

Los sueños suelen estar relacionados con la vida cotidiana del individuo, pero a veces pueden dar acceso a cuestiones de gran importancia para todo un pueblo. Después de la devastación física y moral provocada por los blancos en la vida de los nativos, los sueños inspiraron numerosos movimientos que pretendían levantar la moral de los indios y encontrar maneras auténticamente indias de adaptarse a un mundo radicalmente alterado. Este fue el caso, entre otros, de los grandes sueños-visiones del profeta séneca Lago Hermoso.

Se suele decir que, durante estas visiones proféticas, el soñador abandona su cuerpo para viajar a mundos que están más allá de la sociedad humana, en viajes espirituales repletos de imágenes simbólicas.