En muchas ceremonias, sobre todo destinadas a curar enfermos, los actores llevaban máscaras que representaban a diversos seres sobrenaturales con grandes poderes de sanación. Las máscaras Yei de los navajos están hechas de gamuza de ciervo sacrificado ceremonialmente. Hay que evitar el derrame de sangre, por ello se procede a asfixiar el ciervo llenando sus orificios nasales con harina sagrada o polen de maíz.
Estas máscaras se usan durante el ritual invernal de sanación Yeibichai, o Canto Nocturno; sólo puede celebrarse de noche, cuando las serpientes están dormidas. El ritual se celebra para curar a los que sufren de locura o ataques.
Durante las dos últimas noches de la ceremonia, no obstante, los Yeibichais inician a jóvenes de ambos sexos en los secretos de los dioses enmascarados.