Para los chukchi, los itelmen, los koryak y los yup'ik del noreste de Siberia, así como para los distintos grupos inuit de Alaska, Canadá y Groenlandia, el cuervo es un personaje mitológico central. Es el antecesor primigenio que trajo a los hombres la luz del día.
Según algunos mitos de los chukchi, los koriak y los itelmen, el cuervo creó la tierra y enseñó a los hombres a hacer ropa con pieles de animales, a fabricar barcos y canoas y a elaborar redes para pescar. Según otras variantes de mitos siberianos, los primeros seres humanos proceden de la unión incestuosa entre el hijo y la hija del cuervo; mientras que para los koriak el cuervo es un personaje embustero.