Uno de los grandes espíritus de los inuit es el de la Luna (Tarkec), responsable de la fertilidad, la corrección moral y, entre los inuit de Alaska, del control de los animales.
Es un poderoso cazador que habita en el reino del cielo. En la ilustración de la derecha vemos una máscara del Espíritu de la Luna del oeste de Alaska.
El reborde que rodea la cara simboliza el aire, los arcos los niveles del cosmos y las plumas las estrellas.