La mitología de las regiones árticas refleja un entorno duro y peligroso, un paisaje solitario con una población escasa y dispersa. Con un telón de fondo tan desolado, la amenaza de la inanición es un tema mitológico muy común: la agricultura resulta imposible y todo el alimento procede de los animales, que en los mitos aparecen ayudando y engañando a los humanos. Elementos fundamentales para la supervivencia, los animales en el Ártico aparecen dotados de alma propia y merecen gran respeto: el cazador pide excusas a la pieza que acaba de abatir. Algunos inuit lanzan al mar la vejiga de la foca que apresan para que así el animal renazca y en su siguiente reencarnación se ofrezca como presa al mismo cazador.
Las estaciones, la salud y fertilidad de humanos y bestias, la benignidad y dureza de los elementos naturales derivan del mundo de los espíritus. El papel de ayudar a la comunidad a lograr el bienestar y de evitar la desgracia recae sobre el mediador con los espíritus, el chamán, vocación que sólo algunos cumplen (por lo general, pero no siempre, hombres).
Golpeando un tambor especial en un ritual de intensidad dramática, el chamán entra en trance para comunicarse con el mundo de los espíritus, entre los que viaja mientras está inconsciente, descubrir la situación de la caza (o de un reno perdido o un oso peligroso concretos), qué espíritu está provocando enfermedades o rescatar el alma robada de un enfermo y salvarle así la vida.
En los relatos sobre curaciones chamánicas de las culturas inuit se describe un proceso de interrogatorio implacable, en el que el chamán trata de descubrir, a través del enfermo, por qué se sienten ofendidos los espíritus. Quizá el paciente haya fumado una pipa prohibida, o haya partido un hueso que no debería haber tocado, o comido un trozo de caribú crudo vedado a aquel individuo. Si se trata de una mujer, quizá se haya peinado después de haber dado a luz. El chamán hace preguntas sobre las posibles transgresiones, y la comunidad entera, reunida en el iglú de invierno, clama por la liberación del paciente.