Las evidentes semejanzas entre la mitología, las creencias religiosas y la vida ceremonial de los pueblos del Ártico puede deberse en parte a que estos pueblos, además de tener un origen similar y de compartir elementos de la cultura material y la tecnología para la subsistencia, tuvieron entre sí amplios contactos e intercambios de conocimientos antes de la llegada de los europeos. Los registros arqueológicos y etnohistóricos muestran que los pueblos del noreste de Siberia y el oeste de Alaska participaban en el comercio a larga distancia, las ferias mercantiles e incluso la guerra. Al mismo tiempo organizaban intercambios rituales, así como festividades y ceremonias religiosas. Esta actividad los ligaba a otros pueblos en amplias redes económicas, sociales y rituales. En el caso de los pueblos de Alaska y de Siberia dichas redes se extendían por Siberia y, hacia el sur, hasta Corea, Japón y China; mientras que los esquimales y los athabaskanos de Alaska tenían lazos con pueblos del este de Canadá y, hacia el sur, con los distintos grupos indios del litoral noroeste del Pacífico.
No cabe duda de que tales contactos proporcionaban ocasión para influencias mutuas en los campos de la cultura material y de la mitología. Los mitos sobre los cuervos, por ejemplo, proporcionan claras pruebas de contactos entre los chukchi y los koryak de Siberia y los pueblos de Alaska occidental, constatándose además semejanzas en sus mitos originarios y en otros sobre la transformación espiritual y la reencarnación. A lo largo del Ártico están presentes en distintos mitos figuras semejantes. Tanto si el mito procede de los chukchi, los koryak, los yukagir o los inuit como de otros muchos pueblos del Ártico, su argumento y sus motivos son reconocibles. Se dan en estos mitos encuentros entre seres humanos y no humanos (animales, gigantes y monstruos marinos); la transformación de seres humanos en animales y viceversa; relatos sobre el origen y descendencia de los seres humanos; leyendas sobre el poder y la magia de las mujeres y los viajes del alma del chamán; y narrativa sobre los hechos de dioses y personajes heroicos.
Los pueblos árticos aprendieron a sobrevivir en duras condiciones climáticas, entre el hielo semi-permanente y la oscuridad.