El Sinto, «el Camino de los Dioses», se centra, en el culto de los kami, divinidades que viven en todos los fenómenos de la naturaieza, incluidos los seres humanos.
Entre 1872 y 1945 el sintoísmo fue la religión estatal del Japón, pero tras la segunda guerra mundial volvió a ser una religión congregacional», en la que cada santuario o jinja no está estrechamente relacionado con los demás.
El acontecimiento anual más importante en todo jinja es el matsuri, o festival del santuario. Los jóvenes de ambos sexos llevan a hombros una imagen del kami local por los alrededores, santificando así la zona y a los portadores de la imagen.