Principal fuente de la mitología japonesa, el Kojiki, o Archivo de Asuntos Antiguos, es la genealogía imperial más antigua que se conserva. El texto definitivo fue recopilado por un cortesano llamado Ono Yasumaro a partir de varios textos anteriores (que ya no existen), tras recibir el encargo de la emperatriz Gemmei en 711.
La obra se presentó formalmente en la corte cuatro meses después, a principios del año 712. Escrito en una extraña mezcla de japonés y chino arcaicos, el Kojiki comienza con la creación del mundo, el origen de los dioses y los antepasados divinos de la familia imperial y termina con la muerte del emperador Suíko, en 641.
La segunda fuente más importantes es el Sihonshoki o Crónica del Japón, recopilado por diversos eruditos en la misma época que el Kojikiy acabado en 720. Excepto la poesía, está escrito en chino clásico, con fuertes influencias de las tradiciones mitológicas e históricas y las crónicas dinásticas chinas y coreanas, razón por la que, en conjunto, el Sihonshoki es menos fiable que el Kojiki como fuente de la mitología indígena. Entre otras fuentes se cuentan el Kogoshui, o Fragmentos de Antiguas Narraciones (807), los fudoki («gacetas» provinciales del siglo VIII), diversos norito (antiguas oraciones sintoístas) y la primera gran antología de poesía Japonesa, el Manyoshu (h. 760)