Las fuentes de los mitos son bastante limitadas y se reducen básicamente a dos: el Kojiki y el algo posterior Nihon-shoki.
Las partes mitológicas de estos registros se escribieron con la intención explícita de establecer la descendencia divina de la familia imperial japonesa. Por ello es probable que lo que ha llegado hasta nosotros sean los mitos de clan del grupo particular que llegó a dominar el antiguo estado de Yamato, excluyendo a sus rivales.
Por esta razón hay pocas figuras o temas recurrentes en la mitología, a excepción quizás del pequeño grupo de mitos relacionados con Susa-no-o y su hermana Amaterasu.