Hay varios dioses venerados en el sintoísmo que no aparecen en las fuentes clásicas de la mitología japonesa, pero que, no obstante, tienen una cierta importancia.
Uno de ellos es Inari, el dios del arroz, responsable de las buenas cosechas de arroz y prosperidad en general. Se le asocia con zorros, que son considerados sus mensajeros, y su imagen en los altares siempre está flanqueada por dos de ellos. También era el patrón de los mercantes y los forjadores de espadas.
Otra deidad sintoísta importante es Hachiman, el dios de la guerra, la forma deificada del legendario emperador Ojin (hacia 394 d. C.), famoso por sus proezas militares. Hachiman era muy famoso en Japón en épocas pasadas, en épocas menos pacíficas, siendo venerado sobre todo por los guerreros.