En muchos mitos se resalta la naturaleza dual del mundo. El mito de creación de Flores, en Indonesia oriental, refleja esta idea. La Madre Tierra y el Padre Cielo se unieron en matrimonio, uniéndose entre sí por una parra.
La parra fue rota por un perro y la Tierra y el Cielo se separaron, acabando en su posición actual. El amor de la Tierra por el Cielo puede ser aún visto hoy en día, pues cuando el Cielo abraza a la Tierra, los bambúes se doblan y llegan hasta el suelo.
Hay muchas historias sobre la diosa del arroz y el alma del arroz. Los madang de Kalimantan (Borneo) realizan una danza sagrada en la que los bailarines enmascarados representan a los antepasados. Estos antepasados entran en el pueblo desde el bosque, trayendo granos de arroz que contienen el alma de este cereal. Gracias a su intercesión, la nueva cosecha de arroz será abundante.