Nació: en Bourges, Francia, el i 4 de enero de 1841 Falleció: en París, Francia, el 2 de marzo de 1895.
Berthe Morisot fue una notable pintora que integró el grupo de los impresionistas, junto a quienes promovió una nueva forma de entender y desarrollar el arte.
Dedicada a la pintura de modo profesional a fines del siglo XIX, fue una de las pocas mujeres que impulsó su arte con independencia de la mirada masculina. Con su ejemplo demostró que las mujeres estaban tan dotadas para el arte como los hombres, y que sus posibilidades de consagrarse a ello dependían de sus condiciones de vida. Morisot fue una mujer privilegiada. Contó con el apoyo incondicional de su familia y tuvo la fortuna de encontrarse en el lugar y en el momento indicados para desarrollar su vocación.
A fines del siglo XIX, París se había convertido en un referente de ciudad moderna, cuyo símbolo era la Torre Eiffel. Muchos de los cambios sociales que tuvieron lugar por entonces derivaron de los avances tecnológicos: las máquinas facilitaban la vida cotidiana. En esta época de transformaciones visibles irrumpieron los impresionistas, proponiendo un arte diferente que ampliaba el horizonte de la pintura. Por empezar, los impresionistas renunciaron a pintar los consabidos temas históricos y decidieron trabajar al aire libre, desligándose de decorados artificiosos. De este modo, además, se abría un territorio de igualdad en el que tanto hombres como mujeres podían reproducir su entorno más cercano, su rutina diaria, sus espacios domésticos.
En principio, esta posibilidad de representar lo cotidiano atrajo a muchas mujeres, pues podían trabajar con aquello que conocían. Sin embargo, no podían participar del intercambio de ideas sobre arte que tenía lugar en los cafés y esto limitaba su acceso. Pero el caso de Berthe Morisot constituye una excepción a la regla. Nacida en el seno de una familia acomodada, había demostrado de pequeña un gran talento para el dibujo y la pintura. Era nieta del famoso pintor Jean-Honoré Fragonard, y el hecho de pertenecer a la alta burguesía le permitió obtener una sólida formación y estudiar con el maestro Camille Corot. Por otro lado, su madre organizaba veladas en la casa familiar con la Intención de que Berthe y su hermana pudieran progresar artísticamente. A éstas asistían personajes como Renoir, Degas y Edouard Manet, de quien Berthe se hizo muy amiga y con cuyo hermano se casó al tiempo. Berthe Morisot se alió con quienes en principio eran apenas un puñado de pintores novatos y dispersos que luego serían conocidos como Impresionistas, grupo que incluía a Degas, Monet, Renoir y Camille Pisarro. Berthe fue un personaje crucial dentro del movimiento, pues mientras otros de sus miembros se fueron alejando, ella permaneció como bastión del grupo y participó en casi todas sus exhibiciones anuales. Aun así, su figura quedó ensombrecida por la relevancia que adquirieron los pintores masculinos. Como el resto de sus compañeros, Morisot retrató escenas de la vida cotidiana de su época, pero fue relegada como artista femenina por limitarse a mostrar mujeres y niños en escenarios domésticos.
Lo cierto es que Morisot trascendió la premisa de su tiempo según la cual, las mujeres de su clase debían aprender a pintar apenas como un pasatiempo refinado: pintó y se perfeccionó sin descanso, legando más de 860 obras. Trabajó intensamente hasta que en 1.882 murió su esposo, al año siguiente su cuñado y ella poco tiempo después, dejando a una hija pequeña al cuidado de sus amigos, y retratada en algunos de sus cuadros más famosos.
De algún modo, la pintura de Morisot fue descubierta por Edouard Manet, con quien Morisot trabó una fuerte amistad (si bien Morisot se casó con Eugéne, hermano menor del artista, se ha sugerido que Edouard era su verdadero enamorado). Morisot posó para varios de los cuadros de Manet. Uno muy conocido es Berthe Morisot con ramillete violeta, y es considerado como una de las obras maestras del pintor.