Nació:en París, Francia, el 19 de diciembre de 1915. Falleció: en Plascassier, Francia, el 11 de octubre de 1963.
Édith Giovanna Gassion fue una cantante, actriz y compositora francesa de origen muy humilde, que logró fama internacional.
«El gorrión de París» amplió el repertorio de la chanson francesa con clásicos eternos como «La vie en rose», «Non, je ne regrette ríen»o «Milord». Fue además, mentora de jóvenes artistas luego famosos. Actuó en cine y en teatro. Tuvo una vida trágica, y supo dejar una huella que continúa intacta en la música y la cultura en general. Tras su muerte sus canciones fueron interpretadas por Marlene Dietrich, Serge Gainsboug, Louis Armstrong y Josephine Baker. Su vida fue llevada al teatro y al cine.
Su historia va acompañada desde su niñez por el sufrimiento. Su padre, Louis Alphonse Gassion, un acróbata, abandonó a su madre, Annetta Maillard, cantante ambulante, la noche del parto. Intentando llegar a un hospital dio a luz a Édith bajo la farola del número 72 de la calle de Belleville en París. La niña quedó al cuidado de su abuela materna, que le daba vino en lugar de leche. Su padre debía pelear en la I Guerra Mundial y confió la niña a su abuela paterna, que tenía una casa de prostitución. Édith se hizo camino sola a los catorce años. Era aún adolescente cuando tuvo una hija que murió a los dos años de meningitis.
Ese mismo año Louis Leplée la escuchó cantar en la calle y la contrató para el Genry. La bautizó la Móme Piaf, «avecilla», en argot. Desde su menos de un metro cincuenta de altura, conquistó la ciudad con su voz. Conoció luego a Raymond Asso que la ayudó a transformarse en la Edith Piaf de leyenda. Vestida siempre de negro, se convirtió en la favorita de los grandes intelectuales, entre ellos Jean Cocteau, que escribió para ella de Bel Indifférent». Reveló ser una actriz dotada. Luego filmó «Montmartresur-Seine»y en el rodaje conoció a Henri Contet, su nuevo mentor y compositor.
Durante la guerra Piaf dio trabajo y protegió a artistas judíos. Cuando la ocupación terminó, tenía treinta años, experiencia y éxito. Conoció entonces al joven Yves Montand, de quien se enamoró alentando su carrera. En 1945 escribió «La Vie en rose», que sería el primero de casi ochenta títulos. En su primera gira por Estados Unidos conoció a su amiga Marlene Dietrich y al boxeador Marcel Cerdan, su gran amor. Para él escribió «L'' Hymne a l'' íamourn». La repentina muerte de Cerdan en 1949 la sumergió en una depresión de la que nunca salió del todo. En 1951, tras dos accidentes de auto comenzó su adicción a la morfina. Se casó con el cantante Jacques Pilis e intentó desintoxicarse varias veces del alcohol y las drogas.
Nunca abandonó los escenarios. Fue la primera artista popular en cantar en el templo de la música clásica, el Carnegie Hall. Se sacó de encima las dependencias pero los daños en su salud ya era permanentes. En 1958, luego de un nuevo accidente automovilístico, se desplomó en el escenario neoyorkino y tuvo que ser operada de urgencia. En 1960 cantó por primera vez «Non, je ne regrette ríen». Su cuerpo no daba más, era la representación de la fragilidad. En 1961 conoció a su último amor, Teófanes Lamboukas, a quien ella bautizó Theo Sarapo -te amo, en griego-, con quien se casó. El año siguiente volvió al Olympia y cantó también desde lo alto de la Torre Eiffel. Piaf cayó en coma en abril de 1963. Débil, pasó los últimos meses de su vida en el sur de Francia. Murió en las colinas de Plascassier, en Cannes, el 11 de octubre de 1963. Su tumba en Pére Lachaise siempre tiene flores.
Jean Cocteau murió de un paro cardíaco en su castillo en Milly-la-Forét, Francia, el mismo día que se fue Edith Piaf. Cocteau tenía setenta y cuatro años. Su corazón falló al enterarse de la muerte de su gran amiga. Cuando se lo anunciaron dijo: «Este barco se acaba de hundir. Es mi último día en esta tierra. No conocí jamás a un ser que se guarde menos su alma. Ella no la entregaba, la prodigaba, ella tiraba oro por las ventanas».