Nació: en Viena, Imperio Austro-Húngaro, el 7 de noviembre de 1878. Falleció: en Cambridge, Inglaterra, el 27 de octubre de 1968.
Lise Meitner fue una física que trabajó en las áreas de radioactividad y física nuclear.
Formó parte del equipo que descubrió la fisión nuclear, hazaña por la que su colega Otto Hahn ganó el Premio Nobel. Se la señala como el claro ejemplo de científicas cuyos logros pasa por alto el comité sueco. El 1997 la publicación Physics Today concluyó que su omisión fue una «rara instancia en la cual las opiniones personales negativas dieron lugar a la exclusión de un científico que merecía el premio». El elemento químico de la tabla periódica 109, el Meitnerium (Mt), se nombró así en su honor.
De familia culta, su padre fue el primer abogado judío de Viena. Inspirada por su profesor, el físico Ludwig Boltzmann, Use estudió física y fue la segunda mujer en doctorarse en esa disciplina en la Universidad de su ciudad, en 1905. En Berlín, Max Planck le permitió asistir a sus conferencias y luego de un año se convirtió en su asistente. Trabajó junto al químico Otto Hahn, con quien descubrió varios nuevos isótopos. En 1909 Lise presentó dos trabajos sobre beta-radiación.
En 1917, descubrió junto a Hahn el primer isótopo de larga duración del elemento protactinium, por el que recibió la Medalla de la Academia de Ciencias de Berlín. Ese año la pusieron al frente de su propia sección de física del KWI. En 1926 Meitner fue la primera mujer en Alemania en tener el puesto de profesora titular de física, en la Universidad de Berlín. Allí desarrolló el programa de investigación en física nuclear que llevó a su co-descubrimiento de la fisión nuclear en 1939, después de haber dejado Berlín.
Con el descubrimiento del neutrón en la década de 1930 surgió la especulación en la comunidad científica de que sería posible crear elementos más pesados que el uranio. Esto inició una carrera científica entre Ernest Rutherford en Gran Bretaña, Irène Joliot-Curie en Francia, Enrico Fermi en Italia y el equipo Meitner-Hahn en Berlín. No sospecharon que eso terminaría en armas nucleares.
Cuando Hitler llegó al poder, Meitner era directora interina del Instituto de Química. Si bien era ciudadana austríaca, todos los otros científicos judíos fueron despedidos u obligados a renunciar. La mayoría emigró. Ella eligió no decir nada y seguir trabajando. Con el tiempo reconoció que eso «no solo fue estúpido sino que también fue un error no haberme ido de una vez».
Después de la anexión de Austria a Alemania, su situación se hizo desesperada. En julio de 1938 huyó a los Países Bajos. Ahora estaba a salvo pero sin ninguna posesion.
Antes de irse, Otto Hahn le dio un anillo de brillantes que había heredado de su madre para ser utilizado como soborno de los soldados fronterizos. No fue necesario. Tuvo suerte de poder escapar ya que Kurt Hess, otro químico, había informado a las autoridades que ella estaba a punto de huir.
Consiguió trabajo en Estocolmo, en el laboratorio Manne Siegbahn. Allí comenzó a trabajar con Niels Bohr, pero mantuvo correspondencia con Hahn y otros científicos alemanes. Hahn y Meitner se reunieron clandestinamente en Copenhague para planificar una nueva serie de experimentos que luego fueron intercambiando en cartas. De esta contribución y de un largo trabajo junto a Fritz Strassmann llegaron a la «fisión nuclear», término acuñado por Meitner. Ella allanó el camino de Otto Hahn, que publicó su investigación y recibió por eso el premio Nobel de Química. La academia sueca decidió ignorarla.
En el campo de la física, la fisión es una reacción nuclear (en el núcleo atómico). La fisión se da cuando un núcleo se divide en dos o más núcleos pequeños, además de algunos subproductos como neutrones libres, fotones y fragmentos del núcleo como partículas alfa y beta. Los productos de la fisión son altamente radiactivos, no son Isótopos estables, decaen mediante cadenas de desintegración.