María Félix

Nació: en Sonora, México, el 8 de abril de 1914. Falleció: en el Distrito Federal, el 8 de abril de 2002.

María Félix fue la actriz más representativa de la época de oro del cine mexicano. Conocida como «La Doña» por su exitosa actuación en«Doña Bárbara».

Hija de Bernardo Félix, descendiente de indios yaqui, y de Josefina Güereña, de ascendencia vasca, tuvo once hermanos. Hizo películas memorables y su carrera nunca declinó. Se mantuvo en el centro de la escena tres décadas, entre su primera película de 1943 y la última de 1970. Tuvo la desgracia de que su hijo muriera ocho años antes que ella. Nunca se recluyó del mundo como hicieron Garbo, Dietrich o el personaje Norma Desmond. No le interesaba ser una vieja gloria.

Descubierta por Fernando Palacios en un encuentro casual en la ciudad de México, él la convenció para hacer una prueba de cámara. El comienzo de su carrera cinematográfica fue con un papel principal en El peñón de las Ánimas, junto a Jorge Negrete en 1943. Con este debut alcanzó una cima de la que no bajaría nunca. Su perfil de estrella estuvo alimentado no sólo por el mito que creó de sí misma sino también por una serie de frases filosas como «soy mucho mejor de lo que parezco», Ese mismo año filmó María Eugenia y Doña Bárbara y fue la crítica l¡i que le dio el título de Diva.

María Félix hizo en el cine de sí misma: mujer sensual, de carácter fuerte e insumiso. La hipótesis de Paco Ignacio Taibo I, su biógrafo, es que su irrupción en la pantalla grande fue tan impactante que los estudios empezaron a crear papeles de acuerdo a su personalidad. Es por esto que la Félix estelar y la privada coincidieron en su perfil, haciendo más grande el mito, Al llegar a la ciudad de México ya estaba divorciada y con su único hijo, Enrique Álvarez Félix. Tuvo tres matrimonios más -con Agustín Lara, Jorge Negrete y Alexander Beger- y algunos amores. Su fama es latinoamericana y europea. En Francia hizo French Concan, dirigido por Jean Renoir. Rechazó trabajar en Hollywood y dijo al respecto «me ofrecen papeles de india y las indias las hago en mi''país, en el extranjero sólo encarno a reinas».

En Europa no era La Doña sino La Mexicana.

Filmó en España en Mare Nostrum (1948) y en Sonatas, dirigida por Juan Antonio Bardem. En Francia, además de Renoir, estuvo bajo la dirección de Luis Buñuel en La fièvre monte à El Pao, de 1960; y en Italia actuó en Mesalina, el mismo año. En 1959 protagonizó la película La Cucaracha, con Dolores del Río. En 1966, tuvo el rol principal en La Valentina, un drama de aventuras en la Revolución Mexicana, donde cantaba la canción «El güero aventao» con Eulalio González.

En sus últimos años cinematográficos realizó varias cintas inspiradas en la Revolución como La Escondida (1955), Juana Gallo (1961), y La Generala (1970), su último film, Agustín Lara compuso varias canciones para ella. La más famosa es «María Bonita», que incluso fue interpretada por Plácido Domingo. También fue fuente de inspiración para pintores como Diego Rivera (su retrato le pareció «muy malo»), Leonor Fini, Leonora Carrington, Stanislao Lepri, Bridget Tichenor y Antoine Tzapoff, su última pareja. La vistieron los modistos más importantes, incluso la casa Hermès hizo creaciones exclusivas para ella. María era también coleccionista de joyas -tenía un brillante Ashoka de 41 quilates y dos impresionantes collares de Cartier, uno con forma de serpiente y otro con dos cocodrilos-. La Doña murió mientras dormía, a los ochenta y ocho años. Multitudes acompañaron su féretro.

Nacida dos veces

Dijo Octavio Paz sobre María Félix: «...la ninfa se convierte en constelación por voluntad de Zeus, mientras que la María Félix que todos conocemos es el resultado de lo que hizo con ella misma, con su cuerpo y con su cara, con su alma y con su vida, una muchacha de la clase media mexicana. Todos sabemos que María pertenece a la raza de las divas [...] María Félix nació dos veces: sus padres la engendraron y ella, después, se inventó a sí misma».