Victoria del Reino Unido

Nació en Londres, Reino Unido el 24 de mayo de 1819. Murió en la Isla de Wight el 22 de enero de 1901.

Victoria del Reino Unido es la monarca del Reino Unido que más años estuvo en el poder, desde 1837 hasta 1901; también primera emperatriz de la India

Fue quien llevó adelante la política exterior británica por los caminos del imperialismo. Su reino entró en varios conflictos internacionales asegurando la extensión de sus dominios. Uno de ellos fue la primera guerra de la independencia india, conocida como Rebelión de los Cipayos contra la Compañía Británica de las Indias Orientales, donde se ejecutó a civiles y las fuerzas inglesas quemaron poblados enteros. Pasados unos años ella sería nombrada también Emperatriz de ese país. La sucedió su hijo Eduardo VII.

Bautizada Alexandrina Victoria en honor a su padrino, el Zar Alexander II de Rusia, siempre se la llamó por su segundo nombre, Victoria. Hija de Eduardo, duque de Kent, y de la princesa Victoria María Luisa de Sajonia-Coburgo (hermana del Rey de Bélgica). Se convirtió en heredera al trono tras la muerte de su padre cuando tenía ocho meses, al no tener sus tíos hijos legítimos. Fue coronada a los dieciocho años luego de la muerte del rey Guillermo IV, en 1837.

Su Primer Ministro al comienzo de su reinado fue el conservador lord Melbourne y Victoria, que lo admiraba, apreció su asesoramiento político, lo admiraba. La relación entre ambos era cercana ya que Melbourne era viudo y había perdido a su único descendiente, por lo que la trató como a una hija. Incluso se dice que le aconsejó no leer Oliver Twist, de Charles Dickens, por tratar de «mendigos, delincuentes y otros temas desagradables», y que tenía su propio departamento en el castillo de Windsor.

En febrero de 1840 Victoria se casó con su primo el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha. Él la había visitado un año antes y ella se había enamorado. Durante los siguientes diecisiete años tuvieron nueve hijos. En diciembre de 1861 Alberto murió de tifus a la edad de 42 años. Victoria cayó en una depresión. El resto de su reinado lo llevó adelante vestida de negro. Sin descuidar su correspondencia oficial, se ocultó de la vida pública hasta finalizada la década de 1860. Se hizo amiga de un sirviente del castillo Balmoral, John Brown. Se rumoreó que mantenía con él una relación amorosa.

En 1866 y 1867 intentaron convencerla de abrir las sesiones del Parlamento, pero fue al mismo tiempo muy criticada por su aislamiento y se desarrolló un fuerte movimiento republicano. Atentaron contra su vida en siete ocasiones entre 1840 y 1882, pero demostró coraje en cada una de ellas y esto le dio popularidad. Para 1880 Victoria había reanudado plenamente sus funciones publicas y tuvo una relación estrecha con su Primer Ministro, Benjamín Disraeli, su favorito entre los primeros ministros que tuvo. El que más tiempo estuvo fue el marqués de Salisbury, que se mantuvo doce de los últimos quince años de reinado de Victoria. Compartían las políticas imperialistas del reino, por lo que no desacordaron en nada cuando aplastaron a dos repúblicas en la Guerra de los Boers en Sudáfrica, que tuvo campos de concentración y casi cien mil muertos, ft Gracias a las mejoras en el transporte y al desarrollo de la prensa escrita y la fotografía, la imagen de Victoria se vio en una escala sin precedentes. Fue la primera Reina a la que se exhibió viajando en tren en la Inauguración de la línea. Fue el símbolo del Imperialismo inglés, cuyos territorios eran tan vastos que, según se decía, en ellos no se ocultaba nunca el sol. Murió tras sesenta y cuatro años de reinado.

El tráfico de opio

El honorable funcionario chino Lin Hse Tsu escribió una carta a la Reina Victoria pidiéndole que detuviera el tráfico de opio de los ingleses en territorio chino. La soberana no accedió y se desató la terrible Primera Guerra del Opio (1839 a 1842). El país asiático fue derrotado y tuvo que ceder la isla de Hong Kong a los ingleses y asegurar la apertura de sus puertos para el comercio. La isla fue devuelta recién en 1997.