LA ESTATUA DEL GRAN SEÑOR

La estatua de oro recubierta de joyas de un Buda de doce años que llevó al Tíbet la reina Kong-jo desde su China natal se encuentra hoy en día en el templo de Ra-sa'phrul-snang, construido sobre un lago de Lhasa que se formó con la sangre del corazón de la ogresa.

Según la creencia popular, la estatua, conocida como Jo-bo chen-po («Gran Señor»), fue modelada por un artista divino en -vida de Buda y sigue siendo la imagen más venerada del Tíbet.