El mito de la invención por Fu Xi de la escritura, adivinación y armas de caza se narra a través del recurso de la mimesis, la imitación de un acto observado y su aplicación a otro análogo. Se dice que en la época en que el divino Fu Xi gobernaba el universo, se dedicó a observar el cielo y la tierra, las aves y las bestias, sus imágenes y dibujos.
Con este conocimiento basado en el orden natural de las cosas, el dios creó ocho trigramas para que los hombres pudieran practicar la adivinación. (Fue el prototipo del Libro de las mutaciones o I Ching.) Fu Xi también observó cómo una araña tejía su red y así hizo redes con cuerdas anudadas y enseñó a los seres humanos cómo usarlas para cazar y pescar.
El dios también creó música para los humanos basándose en la armonía divina del cosmos. Fu Xi era representado en el arte con su escuadra de carpintero y, en su forma humana, aparecía con cola de serpiente. A finales del periodo clásico (siglo I a.C.), Fu Xi fue vinculado a Nü Gua como pareja divina, con sus colas serpentinas entrelazadas. En el panteón masculino tradicional, Fu Xi suele aparecer como el dios principal.