Este término pertenece a la mitología Griega
O Hermochares Bello joven de la isla de Ceos, que habiendo ido a Delos, con ocasión de una fiesta de Diana, se enamoró de la hermosa Cidipa, hija de un noble ateniense. Para obtener su mano se valió de la siguiente estratagema : persuadido de que toda sentencia pronunciada en el templo de Diana debía cumplirse, escribió sobre una manzana: «Juro por Diana que me he de casar con Acontios», y la colocó luego a las pies de la joven. Esta leyó en voz alta la Inscripción, pero se negó a cumplir lo leído. Enfermó gravemente, y habiendo consultado su padre al oráculo de Delfos el remedio de tal enfermedad, fue respondido que únicamente casándose Cidipa con Acontios.