Este término pertenece a la mitología Romana
Ninfa dotada de la verdad profética y considerada como sibila hasta que la sibila de Cumas adquirió popularidad inmensa en la Campania. Albunea tenía dedicados sus bosques, una gruta, una fuente y un templo cerca de Tívoli,que se llamaron albuneos. Albunea formaba parte del séquito de Fauno. Varrón la considera como la décima y última sibila. Y el Senado romano mandó que sus libros se unieran a los demás sibilinos. Albunea daba sus oráculos en el bosque sagrado de Tibur, a orillas del Ardo, por medio de sus sacerdotes cubiertos con las pieles de las víctimas sacrificadas en holocausto.