Este término pertenece a la mitología griega
Hijo del Océano y de Tetis
Dios-río de Tracia
Cuando Heracles conducía desde España a Grecia los bueyes de Gerión fue arrastrado por sus de que no mirase hacia atrás hasta después de haber salido de allí
Eurídice seguía a Orfeo, y éste, no pudiendo contenerse, volvió la cabeza para comprobar si estaba tras él, y al instante desapareció ella, sin verla ya más.