Este término pertenece a la mitología griega
Hijo de Hyperión y de Basilea, fue ahogado en el río Eridán por los Titanes
Basilea lo buscó, y cansada al no encontrarlo se durmió
En sueños se le apareció Helios y le dijo que no se entristeciese por su muerte, pues había sido admitido entre los dioses, y a partir de entonces el fuego sagrado se llamaría Helios.