Este término pertenece a la mitología griega
Serpiente de tamaño monstruoso, engendrada por el barro de la tierra después del diluvio de Deucalión
Hera la envió contra Letona, celosa de los amores de ésta con Zeus
Letona, huyendo, se arrojó al mar, donde Poseidón hizo aparecer la isla de Delos, para que le sirviese de refugio
Apolo mató a flechazos a la serpiente, en memoria de lo cual instituyó los juegos píticos
Su piel fue colocada sobre el trípode en que se sentaban los oráculos para predecir sus sentencias.